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jueves, 5 de marzo de 2015

CIENCIA Y BÉISBOL


La Ciencia y el Béisbol podrían crear el Jugador Natural Máximo

El Beisbol y la Ciencia. Antecedentes que han limitado el desarrollo de la comprensión total del Béisbol. Detalles generales del nuevo BASEBALL WAIBI SABERMETRIC SYSTEM. 

Este artículo hace referencias entre otros, a:
  • De la primera curva al Gyroball: la Ciencia sube el techo del Béisbol.
  • Es posible crear al Jugador Total.
  • El cubano Yuliesky Gourriel: su paso por los Industriales de La Habana pudo haber sido el catalizador para su despertar internacional. Sus marcadas deficiencias técnicas limitan su éxito ante pitchers de mayor calidad. (Diagrama comparativo básico con otros sluggers cubanos).
  • ¿Las curvas “rompen” o es solo una ilusión óptica? Razones para frotar una pelota.
  • Introducción a los principios básicos de WAIBI SABERMETRIC SYSTEM.
  • El Concepto del Indice de Selectividad Waibi aplicado al Fútbol, podría arrojar luz en disputa Messi-Cristiano Ronaldo por el mejor futbolista de la década.
El béisbol es el único deporte con todo un libro de reglas, y es debido a la cantidad de situaciones y variables que se manejan en un partido. El practicante de béisbol (jugador, manager, entrenador) GENERALMENTE pondera su experiencia basado en las miles de situaciones del juego que ha vivido y resuelto a lo largo de su vida, por tanto, conoce cuál es el fin que persigue cada jugada, y cuál es la acción que debe ejecutar ante un número reducido de posibilidades y variables. Esta valiosísima experiencia, si le ha llevado al éxito anteriormente, le hace ver en la estadística un arma secundaria para su aspiración a la victoria. De ahí, que a pesar del desarrollo de la Sabermetría, continuará utilizándola mínimamente, sin esforzarse mucho por comprenderla a fondo.  
 
Por su parte el estadístico o sabermétrico es FRECUENTEMENTE un pensador por encima del promedio, con buenas notas académicas y una comprensión matemática al menos estándar. Sin embargo, mira el juego (nunca intencionalmente) como una combinación de números y fórmulas que aplica a las cuestiones generales que ha aprendido, casi siempre como público. Generalmente, el sabermtrico no conoce cuál es el razonamiento del atleta ante cada situación, qué persigue, qué le pasa por la mente. Así, ninguna de las dos partes conoce a profundidad la otra. 
 
En el concepto primario del deporte universitario de los Estados Unidos se defiende la idea del atleta-pensandor, un hombre que pueda multiplicar su efectividad al comprender ambos mundos. Este tipo de simbiosis, ha sido perfectamente probada en su máxima expresión por los increíbles monjes Shaolín, al vincular el entrenamiento físico extremo, el crecimiento espiritual y la filosofía en el mismo guerrero, motivos por los que se considera un Arte Marcial y no un deporte. Desgraciadamente, con el tiempo, el Béisbol Universitario no concretó su propio concepto, y priorizó la búsqueda del talento físico en detrimento del intelectual, pues una manera efectiva de publicitar y financiar las universidades, es vencer los torneos deportivos de la categoría. Contradictoriamente, esa misma mirada económica a corto plazo, es la que ha impedido al Béisbol ser un deporte económicamente más rentable a largo plazo.
 
Imaginemos un jugador que (como un practicante serio del kung fú) pudiera mantener la calma en cualquier momento del partido, concentrado al máximo y con la capacidad de leer los gestos y emociones de su contrario, y predecir de ahí sus intenciones, y elegir con precisión la vía más efectiva para dominarlo. Siempre anticipará a su contrario. Eso es el Jugador Total. Un excelente modelo para iniciar podría ser Ichiro Susuki, posiblemente el jugador más contrastante de la historia de la MLB. Sus enormes resultados no están basados en su somatotipo, fuerza natural u otras condiciones físicas; él es un maestro de la técnica, y es por ello que es más contundente que otros aparentemente con mejores condiciones para el Béisbol. Como un guerrero samurái con su espada, Ishiro logra sentir el bate como una extensión de su cuerpo. Pero nadie nace con esta virtud; el bateador debe crear su propio vínculo espiritual con el bate, exactamente como el pitcher con la pelota. Para el jugador extremo, podríamos mezclar por ejemplo, Las condiciones atléticas de David Wright, la fuerza natural de Hank Aaron, y el vinculo total de Ichiro con el madero. Waibi Sabermetric System en su sitio de internet hablará de algunos procesos de aprendizaje que podrían ayudar a lograr este jugador, apoyados por la Ciencia y sus protagonistas. El camino más grande, empieza también por el primer paso: Entender el Arte de ser Imbatible.

Para ilustrar la importancia de la empatía en la relación Científico-Jugador en el mundo del Béisbol, veamos un ejemplo práctico en cosas del pasado que hoy son muy naturales, pero que fueron incomprendidas en su momento:

Un dia de High School mientras jugaba con otros chicos, pensé en que aunque la primera curva se debía a un fenómeno físico, su aparición podía ser por azar, cuando algún jugador curioso jugaba a lanzar pelotas de distintas maneras, aburrido de la monotonía de la recta. Quizá porque era precisamente lo que estaba yo haciendo. Pudo también sin embargo, ser diseñada por alguien con conocimientos de física y una gran pasión por el béisbol, pensé. Años después en la Universidad despejé las dudas ¿Por qué es más probable la primera opción? Porque si lo hubiera descubierto alguien con conocimientos físicos, y del método científico básico, automáticamente habría continuado a probar ordenadamente la mayor cantidad de variaciones ajustando o alterando todas las condiciones que intervienen en un lanzamiento (agarre, presión, dirección y fuerza de la rotación, etc). Por lo tanto, casi todos los lanzamientos actuales habrían sido diseñados en un tiempo relativamente corto, por lo que a esta altura tendrían un nivel de desarrollo y variedad mucho mayor. Lo que hace grande a la ciencia, es que a partir de un descubrimiento sencillo, pueden generarse otros mucho más complejos. Lo que hace grande la vida, es que puedes cambiar el mundo con un descubrimiento sencillo, sin ser un hombre de ciencias.
 

Candy Cummings: creador de la Curva

Años después de ese análisis elemental, encontré que existe una disputa sobre la paternidad del lanzamiento, entre Candy Cummings (reconocido oficialmente como su invento) y Fred Goldsmith, ambos jugadores profesionales en el Béisbol de Estados Unidos.

 

Según Cummings, aunque el lanzamiento empezó a usarlo regularmente en 1867, con los Brooklyn Excelsiors, la idea se le ocurrió de niño, jugando con unas conchas, por lo que mi teoría no estaba del todo errada. Goldsmith reclamó la invención como suya, al filmarla por primera vez, en 1870. Inventar, descubrir o investigar no significa necesariamente ser el más capacitado para llevarlo a la práctica, pero Cummings tuvo tanto éxito que cambió el béisbol también a nivel estructural, pues solo podía usar el lanzamiento si el cátcher lograba controlar la pelota. Así, Nat Hicks, receptor de los Brooklyn Stars, comenzó a ubicarse en la posición que se conoce hoy, y es debido a esa posición que se diseñaron los protectores de los catchers.

Vemos la reciente creación del Gyroball, un lanzamiento tan desconcertante hoy como fue la primera curva en sus inicios, pero con una alta complejidad de ejecución, pues la biomecánica del cuerpo debe ser tomada en cuenta para evitar las lesiones. En la medida que la ciencia encuentre el modo de hacer que los brazos se mantengan saludables, esta será un arma mortífera en el enfrentamiento pitcher-bateador, y por lo tanto la calidad de los partidos será mejor. El Gyroball es el primer rompimiento puro, (otras rectas como el cutter, y la de doble costura, tiene variaciones en su movimiento) que alcanza la misma velocidad de una recta, y que por su comportamiento a nivel físico, quizás podría superarla, con la técnica adecuada. Su diseño habría sido imposible por vía no científica. Esto tiene que ver conque el científico y el jugador, tienen procedimientos distintos para el análisis. En términos generales, el jugador buscaría lograr que mediante un movimiento específico, la pelota haga determinado movimiento. El científico buscaría entre otras cosas, saber QUÉ se necesitaría para que un lanzamiento rompa ordenadamente, y al máximo de velocidad posible (proyección teórica); y luego, qué movimientos debe hacer el pitcher, para alcanzar las condiciones iniciales antes de que su mano suelte la bola (aplicación práctica), entre otras.


Aclaro que usamos el Gyroball como modelo hipotético general, no estamos afirmando cómo fue descubierto. Sin embargo, la técnica se basa en el giro del cuerpo y el brazo como un todo, mientras se impulsa hacia adelante, para acelerar la pelota. Llama poderosamente la atención su similitud conceptual, con ese swing armónico de los bateadores japoneses, que es lo que hace que siendo muy delgados puedan conectar grandes batazos.

Daisuke Matsuzaka y el Gyroball: Un lanzamiento futurista
Sobre el Gyroball y las técnicas de bateo de la escuela japonesa, profundizaremos próximamente, en el web site de Waibi Sabermetric System, con videos analíticos. 
 
En ocasiones, sin embargo, la ciencia agrega datos incompletos que falsean la interpretación de los resultados. Los investigadores Arthur Shapiro, de la American University, y Zhong-Lin Lu, de la Universidad del Sur de California, llegaron a la conclusión de que las curvas no “rompen”, sino que tienen un comportamiento estable, y es el ojo humano el que sucumbe víctima de una ilusión óptica al acercarse la pelota. Es posible que estos prestigiosos académicos tengan razón, acerca del ilusión de la vista. Existe una "zona ciega" en la retina, que corresponde alorificio de entrada del nervio òptico. Cuando la imagen que seguimos pasa por esta zona, desaparece en uno de los ojos (unos 15 grados hacia afuera del eje del ojo), principalmente porque los bateadores deben pararse lateralmente a la trayectoria  de la bola, esto afecta el ojo màs cercano al pitcher (el ojo izquierdo en los bateadores derechos, por ejemplo) Al mismo tiempo, la visión del otro ojo es afectada por la nariz. Es obvio que aquí existe una distorsión de la percepción (y podrían haber otras razones también), pero, ¿Pero significa esto que las curvas no rompen? Sería una conclusión radical, tan irresponsable como negar la existencia de Dios, solo porque los científicos no han descubierto aún como demostrarlo.
 
Pienso que la fortaleza de su análisis se ve afectada directamente por un posible desconocimiento de algunos factores fundamentales del juego, como la psicología del lanzador. A menudo se tiene la falsa percepción de que conocer el béisbol es solo saber de strikes, bolas, batazos, anotaciones y estrategias. Por ello, han dejado fuera de su análisis importantes variables que alteran el performance del jugador, porque no son “contables” dentro de un partido de béisbol. Explico: Quien ha jugado al béisbol sabe, sin ser físico, la incidencia que tiene el viento sobre una pelota, así como la repercusión del agarre, la presión, el área de los dedos en contacto con la bola, el estado de la superficie de la pelota, la humedad, la disposición de las costuras durante el recorrido, entre otras. Es eso lo que hace que cada lanzamiento sea ÚNICO y cada pitcher también.
 
Cuando el pitcher, por ejemplo, frota la pelota en sus manos, o contra el cuero del guante, o incluso en su ropa, busca desgastar la superficie para aumentar la fricción del viento sobre la pelota y provocar una mayor curvatura y variación del movimiento. El jugador no conoce mucho de física probablemente, pero sí sabe, por la experiencia de sus años de juego, que la pelota porosa (desgastada) varía más su trayectoria y se mueve más lento que una con superficie liza. Aunque no tengo certeza histórica, una teoría sugiere que lo descubrieron accidentalmente, al secar las bolas sudadas en el uniforme (franela cepillada de lana o algodón) lo que se resolvió introduciendo el saco de “pez rubia”. Del mismo modo, se podría haber descubierto la famosa “bola de saliva” o “mojada”, que obligaba a los bateadores a golpear la bola en el centro. Esto lo analizaremos en el Waibi web site, con divertidos videos didácticos que podrás repetir en casa con tus amigos y familiares. 
 
Si unimos los dos enfoques, nos damos cuenta de que al producirse una mayor resistencia (fricción del viento) la pelota se desacelera más tanto en su velocidad como en su rotación. ¡Vaya, que se va parando en el aire!! Además, aumenta la tracción inicial, pues el área de contacto ofrece un agarre más firme cuanto menos liza la superficie, y cuanto más abultadas y/o gruesas las costuras, produciendo una mayor velocidad de rotación en el inicio del lanzamiento. 
 
Como en muchas filosofías espirituales, lo que te fortalece te debilita, siendo estas mismas causas las que frenan su movimiento, aumentando más las diferencias que caracterizan los puntos inicial y final del lanzamiento. Es decir, esta es una ecuación física de proyectiles, donde la velocidad, la aceleración centrípeta, la fuerza de rozamiento, entre otros, no tienen un comportamiento constante desde el box al home-plate, por lo tanto los ángulos y velocidades de salida y llegada, diferirán según sea la incidencia de estos factores. Cómo uno de los objetivos de este sitio es hacer entendible el béisbol a todos, te explico la acción de las fuerzas externas con un ejemplo más simple de entender: 
 
Cuando el fusil de aire comprimido que alquilas en las Ferias de tu pueblo se atasca, y haces el ridículo delante de la chica que quieres impresionar, lo abres desesperado y después de soplar por el hueco del cañón, miras a través de él. Si está vacío, ves unas estrías paralelas que se "alejan" en espiral, casi siempre tres o cuatro.
Estrías de un arma de fuego
 
Cuando una bala pasa por el cañón las estrías la hacen girar alrededor de su propio eje, como una pelota de Rugbi lanzada por el Quarterback, dándole estabilidad a su movimiento, logrando reducir la incidencia de las fuerzas externas (la lluvia, el viento, y la mirada de tu futura suegra) que la frenan o la desvían de su recorrido hacia la Diana, que casualmente es el nombre de la chica. El suegro (¡que familia más tradicional!) llega con su cerveza en mano y te pide que intercambien rifles. Tú piensas:- a este le caigo bien-, pero acabas de perder la batalla: te ha dado un rifle sin estrías… Sin girar difícilmente la bala dará en el punto que vez por tu mirilla, porque las fuerzas externas “la desvían”. Como es prácticamente imposible "darle dirección" no lograrás golpear la diana en el mismo punto. En el béisbol, el Gyroball del que hablábamos tiene un movimiento “con estrías” mientras el knuckleball no, por eso “se lo lleva el viento”,”se para en el aire” o “va de floating”. 
 
Volviendo a la pregunta de si la curva “rompe”, otro detalle importante, es que la curva modelo, (por encima del hombro) gira inicialmente en contra de la gravedad, y después de alcanzar el punto máximo de altura, gira con esta a su favor, lo que afecta también la velocidad de rotación y desplazamiento. Su eje de rotación es perpendicular a la gravedad. Sin embargo, la curva lateral modelo gira en un eje paralelo a la gravedad, por lo tanto, tiene un comportamiento bastante diferente a la curva por encima del hombro. Creo que es posible la teoría de la curva que no rompe, a mi entender, solo en los modelos ideales de laboratorio, en los que la gravedad sea la única fuerza de resistencia actuante, y que la bola no gire. En el mundo real, es más fácil entenderlo viendo comportamientos GENERALES en deportes como el Tenis de Mesa (ataque a distancia) y el Voleibol (saque en suspensión y ataques desde las posiciones 4, 5 y 6) En estos, las situaciones de todas las fuerzas incidentes son más notables debido a la mayor diferencia del peso respecto al volumen de la pelota, así como su material de fabricación. Recordemos el balón Jabulani de la Copa del Mundo de Fútbol Sudáfrica 2010, tan criticada por su comportamiento impredecible.
El Balón Jabulani, Sudáfrica 2010 
Volviendo a nuestra comparación jugador-sabermétrico, vemos que ambas partes, se mueven ignorando inconscientemente el campo de sabiduría del otro, reduciendo enormemente las posibilidades de éxito en cada acción del juego. Si el jugador tuviera ambos conocimientos sabría exactamente qué preguntas hacerse, y preparar su táctica y su entrenamiento en función de lograr el máximo rendimiento. Sin embargo, en la situación actual, en que se “desconoce” como operan ambas psicologías, cada parte cree que tiene una visión más cercana a la verdad. 
 
Después de la llegada de la Sabermetría, el nivel del Béisbol subió ostensiblemente, pero el divorcio entre ambos campos, ha frenado por mucho tiempo, el desarrollo de este apasionante deporte (o cultura) a niveles impensables. Es muy probable que continúe así por mucho tiempo, pues los científicos seguirán entendiendo la lógica del juego desde el asiento de las gradas, y los peloteros resistiéndose a la ciencia, y sin comprender aún las ventajas de la Simbiosis. Para que se entienda mejor: la función de la Sabermetría en el béisbol, es exactamente la misma, que la de la Inteligencia en una guerra, y no un simple conteo de números para elegir al MVP, el Season All Star o el jugador de calidad más económico para la franquicia. Quien sea más capaz en su correcto uso, tendrá más posibilidades de lograr la victoria.  
 
Waibi Sabermetric System, utiliza conceptualmente ambos enfoques, y eleva las posibilidades interpretativas de las estadísticas, y al mismo tiempo reduce las dificultades de su comprensión por parte del manager, entrenador o jugador, intentando resolver científicamente con los mismos números generales, la evaluación de los jugadores para diferenciar el de mejor rendimiento, el de mayor calidad, y el elegible. En los sistemas estadísticos antes de la Sabermetría, erróneamente se tomaban estos tres como el mismo. Luego de la irrupción de Bill James se implementó el concepto de selectividad, pero sobrentendiendo que el mejor rendimiento era sinónimo de mejor calidad, y es aquí donde se enfoca el sistema Waibi, al punto de demostrar que ese rendimiento aparente no es si no, una ilusión. 
 
Algunos principios básicos de Waibi Sabermetric System.
 
Una de las preguntas que dio origen a Waibi, por ejemplo, fue el por qué en los torneos internacionales de Cuba anteriores al año 2013, el pobre rendimiento del tercer bate de los equipos cubanos Yulieski Gourriel no se correspondía con su rendimiento en la liga nacional, según las estadísticas oficiales de la Federación Cubana. Mientras, José Abreu y Frederich Cepeda, con “menores” números, lograban rendir más en eventos internacionales.
 
Siempre se alegó la presión psicológica individual como la única causa, pero el sistema Waibi demuestra que no es esta la causa fundamental, descalificando la repetida utilización durante años de Gourriel como tercer bate en las selecciones cubanas a torneos de DETERMINADO nivel, como los tres primeros Clásicos Mundiales. Es importante recordar que Cuba presentó siempre equipos entrenados específicamente para la competencia. O sea, que sus peloteros estaban en su máxima capacidad competitiva, a nivel físico.
Jonrón de  Gourriel: podría romper algunos records en Japón si elimina sus deficiencias tècnicas
La enorme calidad de Gourriel como pelotero integral, sin dudas el más completo por las estadísticas tradicionales, quedó probada poco antes de su contrato en la NPB, donde jugó excelentemente la temporada 2014 para el Yokohama DeNA Bay Stars, y dejó finalmente detrás una estela de fracasos internacionales. Este avance se apreció coincidentemente, después de su primera temporada con los Industriales de La Habana (los Yanquis de Nueva York de la Liga Cubana) Este equipo juega casi todos sus partidos bajo presión, según reconocen jugadores cubanos de distintas épocas y equipos, por lo que Gourriel pudo haber evolucionado en su control psicológico en juegos de tensión. Cualquier jugador bajo estas condiciones, juegue en la liga que juegue en el futuro, estará más CONCENTRADO (acostumbrado) que uno que no. Más juegos de presión, más rápida la maduración. 
 
No obstante a esto, el contraste con los resultados altamente positivos de José Abreu y Cepeda, radica en cuestiones técnicas, debido a la diferencia de calidad de los sistemas de bateos, estudio que explicaremos ampliamente, con videos analíticos, en el sitio de Waibi Sabermetric System, donde veremos conceptos de las escuelas más efectivas, y cómo esto tiene una alta incidencia en lo que refleja la estadística vista desde Waibi. Los bateadores con mayores deficiencias técnicas, verán más reducidas sus posibilidades de éxito, en la medida que aumente la calidad del pitcher que enfrentan, sobre todo en torneos cortos, donde los participantes no juegan entre sí habitualmente, y hay mucha mayor tensión, debido a que cada victoria es extremadamente importante.

Jonrones de Abreu y Cepeda: La técnica de bateo, la mejor arma contra el pitcheo de calidad.

 En mi opinión, se sobrevalora demasiado el fogueo internacional “abierto” con respecto a la calidad de la liga. Lo primario es que el jugador aprenda a dominar sus emociones, y eso solo se logra con partidos de alta tensión y rivalidad, haciéndolo poderoso psicológicamente. Sin esto, el estado físico-técnico-táctico (que se aprende en el entrenamiento y NO en el juego) será inútil.
 
El fogueo internacional te permite confrontar tus estrategias con las de tus contrarios, como en el Ajedrez se confrontan aperturas y defensas, para perfeccionarlas. Sin embargo es más importante para la escuadra (y la escuela) que para el individuo, de lo que hablaremos en otro artículo. Para un verdadero fogueo constructivo, los eventos internacionales son PELIGROSAMENTE desbalanceados, por lo que es más beneficiosos concentrarse en los topes bilaterales de calidad (como USA-Japón). Por otro lado las competencias son para buscar resultados, no para hacer ajustes técnico-tácticos. La función fundamental del scouting es precisamente obtener la información para hacer dichos ajustes en el entrenamiento, mediante la recreación de situaciones similares. Un ejemplo interesante lo hizo precisamente la selección cubana al Primer Clásico Mundial de Béisbol, cuando careciendo de lanzadores veloces en su liga (muy pocos sobrepasan las 92 mph) entrenaron el bateo reduciendo la distancia con el pitcher. Este método les ayudó a obtener un buen resultado. 
 
Veamos precisamente de la Liga Cubana, estos dos ejemplos: El Duque Hernández, (Industriales de La Habana) se adaptó fácilmente a los Yanquis de Nueva York, posiblemente porque el salto psicológico fue mucho menor que el de José Contreras, que se desarrolló en Pinar del Río, uno de los mejores equipos del béisbol cubano (el único con balance positivo de victorias y derrotas frente a los Industriales) pero con una altísima diferencia de partidos de presión. Solo después de su adaptación, Contreras alcanzó la efectividad competitiva de Hernández. En la época en que ambos integraron las selecciones de su país, los partidos internacionales eran menos tensos en su mayoría que los que sostenían muchos de los equipos emblemáticos de la isla.
 
Tomando en cuenta que la efectividad de un jugador no depende solo de sí mismo, sino también de las libertades que te dé el rival, Waibi Sabermetric System podrá, EN UN SOLO NÚMERO, determinar en qué (o cuales) escenario son individualmente más efectivos, usando todas las variables posibles (incluye importancia del partido, rivalidad, coeficientes de efectividad de los contrarios, y muchas más) ajustados al momentum deportivo de él y sus rivales. Este es el principio general del Índice de Selectividad de Waibi. 
 
El concepto del Índice de Selectividad de Waibi aplicado al Fútbol resolvería, con los DATOS NECESARIOS, la disputa entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, donde los fanáticos no se ponen de acuerdo. La verdad no podrá aparecer, si de manera insensata se pretende subordinar ese análisis OBJETIVO, a la respuesta que les gustaría más, que es en definitiva, lo que hace el fanático, basado en los confusos LIDERAZGOS CUANTITATIVOS. Estos liderazgos tienden a ser más imprecisos en deportes colectivos, donde la complejidad del escenario puede cambiar drásticamente cada minuto, favoreciendo o afectando cuantitativamente un record, dependiendo del grado de dificultad para lograr el éxito.
Concepto Waibi aplicado al futbol podría definir con claridad el mejor de la década
 Me explico, con un ejemplo sabermétrico extradeportivo usando el concepto del sistema Waibi: Tres francotiradores de calidad de una escuadra disparan veinte proyectiles para abatir veinte objetivos (cada uno), que una defensa de 16 hombres deben mantener intactos. Por tanto, deberán neutralizar a CADA UNO antes de que destruyan la mayor cantidad posible.
 
El tirador A, logra batir 10, el B 15 y el C 12. A priori parece que el C es “el mejor”. Al entrar en las especificidades de las posibilidades de éxito, o sea, el nivel de dificultad de los blancos logrados, conocemos que la inteligencia enemiga hizo una evaluación, y decidió, por el peligro potencial que consideró que representaban INDIVIDUALMENTE, disponer una defensa perimetral personalizada, y designó UN hombre para neutralizar al A, DIEZ para neutralizar al B y CINCO para el C (en áreas exactamente iguales).
 
Automáticamente, los tiradores se vieron obligados a AJUSTAR sus estrategias para lograr el éxito. El tirador A utilizó un fusil de alta precisión, pues después de neutralizar a su único contrario, tenía todo el tiempo y espacio disponibles para ejecutar sus disparos, logrando 10 de 20. Por su parte el B escogió un fusil ligero, pues en un área similar, debía cambiar su posición varias veces para evitar ser detenido. De ser detectado por un enemigo, tenía tiempo para ponerlo fuera de combate antes de que otro de los cuatro restantes llegara a ayudarle. No obstante, la distancia entre los defensores le dio el tiempo mínimo para concentrarse en el blanco, respirar profundamente y asegurar su disparo. Así logró un excelente resultado antes de terminar su munición (15 de 20).
 
En cambio el francotirador C debió posicionarse a varios metros del perímetro para comenzar (debido a que tenía el doble de oponentes), por lo que usó un rifle con mayor alcance, PERO MUY PESADO (usado por el A). Su desplazamiento se vio limitado por el peso del rifle y la cantidad de defensores (diez), y su acierto, por la distancia, pues debía tomar en cuenta variables complejas que en el tiro a corta y media distancia no tienen tanto valor: velocidad del viento, compensación de la mirilla, y otras. Así solo tuvo tiempo de repetir el tiro una vez, mientras los enemigos llegaban a él.
 
Luego, correr con equipo pesado era imposible, por lo que debió abandonar el rifle y cambiarlo por un arma más ligera. Por la cantidad de enemigos, nunca más tendría oportunidad de detenerse, concentrarse, respirar y hacer su disparo, por lo que un fusil ligero (usada por el B) no era un arma elegible. Así completó su material con una pistola de 17 municiones (cuyo alcance efectivo es en las distancias cortas) y un cuchillo de asalto.
 
Disparó siempre en movimiento, compensando instintivamente el ángulo de salida del disparo (alcance peligroso mortal), pues el arma disponible tenía menos alcance efectivo que el que necesitaba. Además debió neutralizar a dos o más contrarios cada vez que hizo contacto antes de intentarlo. Ya sin proyectiles, debió acercarse más al objetivo, y mientras era neutralizado, batió otro blanco con el cuchillo lanzado con su brazo más débil, pues los contrarios neutralizaban ya el más fuerte. De este modo terminó su munición 20. Teniendo casi la mitad de posibilidades de éxito que el tirador C, logró batir (¿SOLAMENTE?) 12 de 20.
 
Si intercambiáramos los escenarios de cada uno, atendiendo a la diferencia de dificultad, casi podríamos asegurar que el tirador B logrará mucho más de 15 dianas en el escenario del tirador B, y posiblemente el 100 % en las condiciones del A, pues le es muchas veces más fácil de vencer SEGÚN SUS CAPACIDADES, mientras que con el tirador A sucederá lo contrario. Por tanto, si usted fuera un general, y necesita escoger su MEJOR hombre para cumplir con éxito la misión más importante, ¿a quién escogerías, al A, al B o al C? Si eres un fanático, y conoces a uno de ellos, y es además tu preferido, y quieres que tenga el mérito por la misión, escogerás uno cualquiera, según tu interés no profesional, sin reflexionar si es correcta o no tu percepción. Si no eres ese tipo de juez, y lo que te interesa es garantizar el éxito de la misión, elegirás al que según la estadística está MÁS CAPACITADO para el éxito en EL ESCENARIO MÁS DIFICIL, o sea, el francotirador B.
 
Estos son algunos vacíos que llena (aún no en su totalidad) el Waibi Sabermetric System, que proyecta extender su estudio a deportes como el futbol y el volleyball.
 

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