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jueves, 5 de marzo de 2015

QUIRÓFANO WAIBI


ERA & WHIP: La punta del Iceberg

Este artículo hace referencias entre otros, a:
  • Introducción a principios básicos de las fórmulas de WAIBI SABERMETRIC SYSTEM.
  • Análisis algorítmico y conceptual del ERA. Actualización de su fórmula.
  • Inconsistencias de las Reglas de Anotación falsean enormemente la veracidad del ERA.
  • Carreras Fantasma (Ghost Runs) y Carreras Circustanciales (Circunstancial Runs), las mejores aliadas de los malos pitchers.
  • Análisis algorítmico y conceptual del WHIP. Actualización de su fórmula.
  • La Bases por Bola Semintencionales, y el Strike Out con Wild Pitch, datos "fantasma" y "circunstancial" respectivamente, en el cálculo del WHIP.
  • El ERA y el WHIP no se complementan. Tablas comparativas de los 20 mejores lanzadores en MLB 2014, según ERA, WHIP y el PSIP.
Uno de los grandes problemas de las estadísticas en el Béisbol, es que algunos parámetros tradicionales (aún muy usados) fueron diseñados para evaluar algo, que la estructura de su rmula no logra expresar. Aunque al dejar fuera variables fundamentales, el resultado se hace confuso e incompleto, su uso práctico y fácil entendimiento por managers, entrenadores y fans, las "legitiman" como altamente confiables. Sin embargo, por su debilidad conceptual, muestran MUY FRECUENTEMENTE como jugadores capaces a algunos que no lo son, y a otros que lo son, no.
Ese es el caso, entre otras, del ERA y el WHIP, dos herramientas utilísimas durante décadas, pero ya arcaicas para medir la efectividad de un lanzador. Antiguamente había más diferencias entre la calidad de los equipos, y estas imprecisiones no tomaban tanto peso. Sin embargo, después de la internacionalización de las estrategias, tácticas, sistemas de entrenamientos y habilidades técnicas de las escuelas de más alto nivel competitivo, (principalmente la estadounidense y la japonesa) el margen de calidad entre los jugadores se ha cerrado enormemente. Por tanto, será cada vez más importante hacer una selección cuidadosa si se aspira a la victoria.

ERA

Aunque muchos Sabermétricos importantes han desarrollado variaciones más funcionales de esta fórmula, buscando acercarse lo más posible a la verdad, considero que la aplicación del ERA tiene más valor como dato histórico general, que como herramienta de selección. Su invención se remonta a fines del siglo XIX, y se le atribuye al escritor e historiador inglés Henry Chadwick, el padre fundador de las estadísticas en el Béisbol, quien creó también , entre otros, la primera hoja de anotación, el box score, y la fórmula del AVG. En la época que referimos, no existían antecedentes estadísticos en este deporte, y
Chadwick se inspiró en los del cricket, que si bien es un deporte con ciertas complejidades, no tiene por mucho las del Béisbol.  

Sin Henry Chadwick no existiría hoy la Sabermetría, del mismo modo que sin Alexander Cartwright las Reglas del Beisbol (1845). Si estas dos columnas del Béisbol (reglas y estadísticas) se hubieran desarrollado conceptualmente unidas, habría hoy métodos más completos para elegir a los jugadores. Sin embargo, el grueso de las reglas se fue sumando en la medida que el propio juego fue mostrando su diversidad, mientras la mayoría de los estadísticos se concentraban en el procesamiento de datos, y no en el cuestionamiento de la regla, lo que podía ayudar a profundizarlas por retroalimentación.  Es posible que al ser una estadística tan tradicional se hayan desarrollado sus variaciones analizando la ecuación en sí, y no el motivo para el que fue creada. Al hacerlo, encontramos una discordancia sustancial entre su planteamiento teórico, y su aplicación práctica. Analicemos la raíz del ERA, la fórmula original:
En primer lugar encontramos que la idea de Chadwick de eliminar las carreras sucias es razonable del todo, para evaluar solo las que son responsabilidad del pitcher.
    
             
Donde ER es la cantidad de carreras limpias (Earned Runs) que permite ¡EL LANZADOR!!!!

Ahora bien, las carreras en relación al pitcher, se clasifican de dos maneras: LIMPIAS o SUCIAS, de donde toda carrera limpia ES responsabilidad del lanzador, toda carrera sucia NO ES responsabilidad del lanzador.
Según el Libro de Reglas del Béisbol:
  • (10.13) Un ERROR se apuntará por cada mala jugada (dejar caer la bola, dejarla escapar o mala tirada) que prolongue el turno al bate a un bateador o que prolongue la vida de un corredor, o que permita a un corredor avanzar una o más bases.
  • (10.18) Una CARRERA LIMPIA es una carrera por la cual se responsabiliza al lanzador. Para determinar las carreras limpias, la entrada deberá ser reconstruida sin errores (el cual incluye una interferencia del receptor) y los passed ball, y el beneficio de la duda siempre debe dársele al lanzador para determinar qué bases habrían alcanzado en una jugada sin errores. Para el propósito de determinar las carreras limpias, una base por bolas intencional, sin tener en cuenta las circunstancias, será interpretada exactamente de la misma manera como cualquier otra base por bola.
Sin embargo, analicemos los siguientes casos, que muestran interesantes y abrumadoras inconsistencias:

*      EN LAS REGLAS DE ANOTACIÓN

  • Un lanzador está a un out de lograr un Juego Perfecto de nueve entradas y va ganando una por cero. Para buscar empatar el partido con un solo batazo, el equipo contrario coloca un peligroso bateador emergente que le ha conectado 4 HR, 1 triple y 1 doble en 6 turnos esta temporada. La Dirección Técnica (NO el pitcher) determina dar Base por Bolas Intencional (IBB) al emergente rompiendo el Juego Perfecto del lanzador, para buscar el out con el siguiente bateador, a quien ha ponchado 3 veces en el partido. Sin embargo, se embazan otros dos corredores por fielder choice habiendo tenido ambos posibilidad de out en primera. Tiene ahora las bases llenas y está logrando un No Hit No Run (La IBB que no es una decisión táctica suya, eliminó la posibilidad del Juego Perfecto). Entonces hace un movimiento extraño y se lesiona, por lo que es sustituido. El pitcher que lo releva recibe jonrón y el equipo contrario anota cuatro carreras como Home Club. El pitcher que salió pierde el Juego Perfecto, el No Hit No Run, y el partido, y gana 3 carreras limpias sin responsabilidad. Su promedio ha pasado de 0,00 a 3,00 tirando técnicamente perfecto de 28 outs. El pitcher es altamente penalizado teniendo la más positiva actuación.
  •  Si como variación de la misma situación anterior, supusiéramos que el juego estaba empatado a cero, y el equipo a la ofensiva es Home Club, el jonrón habría bastado para definir el partido, con score de una por cero, o sea, el resultado habría sido el mismo cualquiera que fuera la cantidad de hombres en base (incluso sin ninguno). Sin embargo, la carrera que da la victoria al rival, le “pertenece al pitcher que tiraba el Juego Perfecto, y el verdadero responsable (quien recibe el jonrón), ni siquiera pierde el partido. Una vez más el pitcher es penalizado sin ser el responsable.
  • El bateador corredor anota por error, que representaba el último out del inning. Según el sistema de anotación, todas las otras carreras que le anotan al pitcher en ese inning a partir del error, serán sucias. Es medianamente comprensible esto, si en ningún momento se llegaran a limpiar las bases, debido a que ese lanzador tendrá que ajustar la táctica de pitcheo según las acciones de los corredores contrarios. Sin embargo, cuando enfrenta al siguiente bateador con las bases limpias, es técnicamente la misma situación que si lo enfrentara iniciando el inning siguiente, pero teniendo la ventaja adicional de que hay dos outs en la entrada. Así, la situación es aún más favorable al lanzador, que si lo hubiera enfrentado en la otra entrada, pues deberá lanzar para un out y no para tres. La formación defensiva también será la misma. Por lo tanto, todas las carreras después que las bases están vacías son en la práctica, responsabilidad única del pitcher, hasta tanto no se produzca otro error. En este caso el pitcher es premiado aunque cometa acciones negativas. Curiosamente solo es exonerado en el ERA, y las ER (carreras limpias) pues los otros parámetros (hits, BB, etc) se contabilizan normalmente. Este comportamiento es propio de las “Carreras Fantasma” que se explican más adelante.
  • Cuando los corredores avanzan por wild pitch o passed ball, son acciones no registradas como error y contabilizan carreras limpias, sin embargo el passed ball es responsabilidad del cátcher, y una buena parte de los wild pitch por lanzamientos bajos también (El cátcher conoce de antemano el lanzamiento, por lo que deberá posicionarse correctamente para bloquearlo, y no para intentar capturarlo). El passed ball solo ensucia la carrera (como un error) si el corredor anota producto de este, pero si solo avanza a segunda o tercera, no. La razón para esto es que estas dos posiciones tienen algunas decenas de veces más acciones que el resto. Sin embargo, al liberar al cátcher de la responsabilidad del avance del corredor, la estamos cargando por defecto al pitcher, que hizo un lanzamiento perfectamente capturable, o sea, es penalizado habiendo hecho una acción positiva.

*      LAS CARRERAS FANTASMAS

  • El bateador-corredor queda con vida por error, que era la posibilidad del tercer out. El siguiente al bate conecta jonrón. La regla de anotación dice que son dos sucias. Es comprensible si se cuenta la del error, pero el batazo es una impulsada directa, donde el pitcher y el bateador son los únicos que intervienen. Esto es lo que Waibi Sabermetrics System llama “Carrera Fantasma” (o Ghost Run en inglés), pues se producen estadísticamente “sin ser responsabilidad de nadie”, y al mismo tiempo no son ni limpias ni sucias. Recordemos que según la regla, debe ser por fuerza una de las dos. En las reglas de anotación existen algunas particularidades que, si bien no son matemáticamente correctas del todo, se aplican justa e ingeniosamente, debido a que cada acción debe estar JUSTIFICADA, y ser responsabilidad de alguien (como cuando se releva a un lanzador que no ha terminado de lanzarle a un bateador). Sin embargo en la práctica, existen varias situaciones como la del ejemplo, en que la variable en análisis literalmente DESAPARECE en el sistema. Para que se entienda, el jonrón cuenta como impulsada, como hit, modifica todos los parámetros ofensivos, y sin embargo para el ERA, este jonrón nunca existió, como si no se hubiera conectado a lanzador alguno. Volvamos al primer ejemplo: un pitcher efectivo pero con una baja capacidad de concentración, se molesta por el error de su defensa mientras tiraba un Juego Perfecto, con dos outs en el noveno, siendo ahora Home Club. Según la regla, podría recibir jonrón de cada uno de los bateadores siguientes, (10,20, 100… 1000 o más bateadores y mantener un ERA de 0,00. Aquí el pitcher no es penalizado aunque cometa SUCESIVAS acciones negativas.

*      LAS CARRERAS CIRCUNSTANCIALES

Los pitchers de equipos con mejor defensa reciben menos carreras limpias.
  • Cuando hay sacry fly, y el jardinero tira ligeramente abierto, o el cátcher no puede retener la bola porque da un bowns violento, no se considera error porque lógicamente el corredor no avanzará una base más, ya que el home es la última. Sin embargo tampoco es responsabilidad del pitcher. Por tanto, los equipos con mejores jardineros evitarán más carreras, por lo que el ERA de los lanzadores de estos equipos se modificará independiente de su actuación. Estas son valorados por Waibi Sabermetrics System como “Carreras Circunstanciales”.
  • Otras “Carreras Circunstanciales” se producen dependiendo de la estrategia y la disciplina técnico-táctica de la defensa. Por ejemplo, el fielder choice es una situación donde el bateador ha sido dominado, pero se mantiene con vida por un error táctico de la defensa, que no se anota como error, y sí se registra como limpia si ese corredor anota. Por tanto, los equipos con mayor disciplina táctica evitarán más carreras. El pitcher nuevamente es penalizado habiendo hecho una acción positiva.
  • Cuando el corredor de segunda llega a tercera por responsabilidad del cátcher sin que sea error, como cuando el tiro del cátcher llega con tiempo para poner out al corredor robador, pero el tiro es abierto, o se le cae la bola al fildeador que intenta tocar al corredor habiendo recibido el tiro con tiempo. Este es otro error técnico no registrado, pues solo se anotará error si el tiro provoca el avance a otra base del corredor-robador, u otro corredor. No lo será si llega safe a la base por incapacidad de la defensa. Luego se produce un sacry fly que empuja la carrera, que cuenta como limpia. Sin embargo, es más responsabilidad de la defensa que del lanzador. Por tanto, los equipos con jugadores con mayores virtudes técnicas evitarán más carreras.  Aquí el pitcher es penalizado sin tener responsabilidad necesariamente.
  • Cuando hay un hit que se produce por un error mental (disciplina táctica) de la defensa, como cuando hay una colisión, o por el contrario, cada uno deja al otro la responsabilidad de capturar la bola y esta pica. Luego el corredor anota mediante hit, wild pitch u otra que no constituya error, la carrera se cuenta como limpia. Aquí el pitcher es penalizado sin ser el responsable.
  • Otro ejemplo interesante ocurre cuando el equipo a la ofensiva hace jugadas de hit and run y squeeze play. En estas jugadas,  el hit (en el primero) y la carrera (en el segundo) son  producto de una desarticulación de la defensa, que junto a la Dirección Técnica son los responsables de descifrar las señas de su rival, y no el lanzador, que está concentrado en mantener al corredor cerca de la base, y de dominar al bateador. Si detectan la jugada, la defensa mantendrá su posición logrando al menos un out. Estas son jugadas de laboratorio, por lo que impedir su éxito no depende del lanzador, sino de la capacidad de “intelligence” de su equipo. Por tanto, los equipos con mejor "intelligence" evitarán más carreras. Aquí el pitcher es penalizado sin ser el responsable.
Los pitchers de equipos con mejor team work y jugadores con mejores habilidades técnicas reciben menos carreras limpias.
  • Cuando con corredor en primera y tercera y un out, la defensa decide, después de evaluar el score: a) cerrar el infield para evitar la carrera, b) poner el infield a “medio camino” para buscar el doble play por segunda base (si falla, el rival anotará la carrera), c) jugar con el infield en posición estándar cuando hay mucha ventaja, ignorando al corredor de tercera, donde el bateador solo deberá poner la bola en juego para que este anote. Este posicionamiento de la defensa es una decisión táctica del manager que repercute drásticamente sobre la anotación o no del corredor. Sin embargo, en todas estas situaciones, al no existir error, se anota como limpia a la cuenta del lanzador, independientemente de que domine al bateador, cuando realmente responde en mayor grado a la disposición defensiva. Aquí el pitcher es penalizado sin ser el responsable.

*      LAS CARRERAS FANTASMAS CIRCUNSTANCIALES

Este es un caso especial (y alarmante) donde las carreras pueden ser limpias o “fantasmas” en las mismas situaciones prácticas:
  • Con dos outs un jugador se embaza por error. Los siguientes diez bateadores conectan hits, produciendo ocho carreras. 
  • Con dos outs un jugador se embaza por error (como en la Situación 1). El pitcher es sustituido. Los siguientes diez bateadores conectan hits produciendo ocho carreras (como en la Situación 1). 
Como se observa claramente, la única diferencia entre ambas es la sustitución del lanzador. Fuera de esto, es exactamente lo mismo. Sin embargo, la regla dice que en la Situación 1 TODAS las carreras son sucias, mientras que en la segunda, SOLO lo es la del error. Los mismos datos en situaciones prácticamente  similares, se procesan con reglas completamente contrarias; pero cuando se evalúan para selecciones, se utilizan ambos como si hubieran sido procesados igualmente, aumentando el margen de error proporcionalmente a la diferencia de “carreras fantasmas” entre ellos. Así tenemos en los ejemplos, un pitcher con ERA de 7,00 que en realidad permite las mismas carreras que uno con ERA de 0,00, debido a la debilidad conceptual de esta regla de anotación. 

Existen un sin número de jugadas más, en las que el concepto de carreras limpias afecta o ayuda indistintamente al lanzador, por lo que utilizarla para medir su calidad no es nada preciso y sí muy confuso. Además, otro problema que aumenta el margen de error, es la subjetividad del anotador, que por demás no es el mismo en todos los partidos.

Entonces, ¿qué es lo que realmente expresa el llamado ERA?
Como se verá el comportamiento de la defensa tiene casi tanta incidencia como el trabajo del lanzador. Así, calcula la cantidad de carreras limpias (según su definición vigente) que le hacen a ESE equipo cuando lanza un determinado pitcher, aunque es impreciso por cumplir también los señalamientos anteriores. El ERA depende NO SOLO de la calidad del pitcher, sino también de la de su equipo, y de su grado de team work, siendo menos confiable, cuanta más diferencia haya entre estas. En los equipos NO PROFESIONALES, la química entre los jugadores a nivel personal, se convierte en una variable que también afecta este parámetro. Además, al relacionar al equipo y al pitcher, no tendría sentido no tomar en cuenta las sucias. Es en definitiva más una estadística de defensa global (incluye al lanzador), pero tiene más valor ilustrativo que selectivo, al evaluar el comportamiento DE UN GRUPO bajo una circunstancia específica (cuando actúa el lanzador en cuestión) y no a un jugador en particular. O sea, es una estadística de rendimiento COLECTIVO.
                                                 

Siendo PTRA (Pitcher & Team Run Average) el promedio de carreras que le hacen al equipo cuando lanza el pitcher en cuestión, y R son todas las carreras que le fabrican al pitcher, independientemente de que sean sucias  o limpias.

Waibi Sabermetric System desecha por completo esta importantísima herramienta tradicional, y mide de otra manera las acciones relacionadas con carreras que son responsabilidad del pitcher (no utiliza el concepto de carreras limpias o sucias). Aunque siempre obviará algunas variables, logra reducir muchísimo, y hasta erradicar, varios de estos defectos. No obstante, necesita añadir un dato simple a la hoja de anotación para ponerla en marcha en el tercer nivel, que es su fase actual de desarrollo, que mejora mucho la veracidad del dato respecto al nivel dos. Con la base de datos actual usaremos la variante de segundo nivel de desarrollo de la fórmula.
Una fórmula que arroja luz sobre este punto, es el FIP (Fielding Independent Pitching o Pitcheo Independiente de Fildeo), de Tom Tango, surgido después del DIPS (Defense Independent Pitching Statics) de “Vörös” McCracken. El FIP evalúa a los pitchers, tomando en cuenta solo aquellas acciones que dependen exclusivamente de él: HR, BB-IBB, HBP y K. Esta fórmula la analizaremos en otro momento. Solo diremos por ahora, que estas acciones son una parte demasiado pequeña de la actuación de un pitcher, y la proporción en que aparecen con respecto a las bolas puestas en juego es en ocasiones, significativamente menor, y su resultado podría depender más de las características del lanzador y no solo de su efectividad real. No obstante, el FIP es revolucionario, y tiene al mismo tiempo un razonamiento conceptual sólido.

 

 

El WHIP

Es otra de las usadísimas para determinar la calidad de un pitcher, e incluso, algunos analistas le dan más valor que al ERA. Generalmente se valoran las dos bajo la falsa percepción de que se complementan. El WHIP fue creado en 1979, por el escritor Daniel Okrent, para calcular cuántos hombres como promedio, se le embazaban al pitcher por inning:  


Algo incomprensible respecto a la historia y desarrollo de esta fórmula, es que su creador decidió excluir los Hit By Pitch (HBP) ÚNICAMENTE porque en esa época no se publicaba ese dato con regularidad. Sin embargo, varios años después de contabilizarlo formalmente en las estadísticas, no se ha añadido el HBP a la fórmula, y se sigue utilizando sin ese importante dato, aumentando su margen de error. No sé si hace trenta y cinco años, en época de Okrent, se llevaba el dato de la IBB, o base intencional, que debe ser extraído de la valoración para ser una estadística de calidad y/o selección. De lo contrario es solo una estadística de rendimiento.
Creo importante insistir en la interpretación de la IBB, pues raramente es decisión del pitcher, que además si fuera el caso, debe recibir la confirmación de su manager, por lo que deja de ser, automáticamente de su responsabilidad. Además es el único caso especial, en que la jugada tiene prácticamente el cien por ciento del éxito garantizado, y además de tener la particularidad de que no existe, salvo muy contadas excepciones, una confrontación real que influya sobre el resultado final. La IBB es una decisión del director, algo similar en la práctica a posicionar el cuadro para una jugada de doble play, solo que en lugar de ejecutarla el infield, la ejecuta el pitcher.
Sin embargo, las Bases por Bolas tienen lo que Waibi Sabermetric System llama un "Dato Fantasma Circunstancial”, y es el de la Base por Bolas Semi-intencional (SBB). En esta, aunque también es una decisión de la dirección, SI HAY UNA CONFRONTACIÓN real entre el pitcher y el bateador, donde además el bateador no sabe que le lanzarán todos los envíos por fuera de su zona de bateo para intentar ponerlo out. Se ordena cuando conviene enviar al bateador a primera, pero este no tiene una buena disciplina en el home plate, o es incisivo en sus turnos al bate, aunque tenga poco tacto. Si después de algunos envíos el lanzador no logra engañarlo, y tiene un conteo desfavorable, tirará tantas bolas francas como necesite hasta llegar a cuatro, convirtiendo la base en intencional. Al existir confrontación (aunque parcial), debería contar entre los datos para evaluar al pitcher, pues dependiendo de su calidad, logrará engañar o no al bateador. Además, innumerables turnos al bate se deciden en los primeros lanzamientos, que es el objetivo en este caso. Como en ambas situaciones, se anotan como bases intencionales iguales, nos incluirá un mayor margen de error en la interpretación. Este es otro problema de la reglas de anotación en las estadísticas de selección, donde las Bases por Bola Semi-intencionales, en las que el pitcher tiene responsabilidad, desaparecen de la ecuación.
Otro detalle es cuando se produce el ponche (Strike Out) con Wild Pitch (SOWP). Sin embargo, acá el anotador debe considerar si la responsabilidad del wild pitch se le carga al lanzador o al receptor, por las razones que explicamos cuando hablamos del ERA, y dependiendo de eso, se integra a la fórmula.

Así, la fórmula revisada del WHIP sería más completa si mide todas las acciones negativas directas (Negative Direct Actions):


Aunque Waibi Sabermetric System utilizó esta variante del WHIP en sus análisis iniciales, debió desecharse en busca de un método más ajustado. La razón es que aún con esta revisión, da una falsa percepción, ya que: ¡no revela CUÁNDO un pitcher tiene calidad, sino, CUÁNDO NO la tiene¡¡¡

Me explico: Un pitcher con un WHIP muy alto, no será nunca un pitcher bueno, pues permite a muchos contrarios arribar a las bases. Si tiene además un ERA bajo, responde generalmente a una defensa global excelente, a la falta de bateadores de poder en el equipo contrario, y hasta la suerte, entre otros que ya analizados en el capítulo dedicado a esta estadística. O sea, su bajo ERA se debe a un RENDIMIENTO OPORTUNISTA, y no a su real efectividad. Sin embargo, cuando el WHIP es bajo, no da una idea de la capacidad del pitcher para espaciarlos, que es lo que define que le hagan o no carreras, problema que queda resuelto en el Waibi Sabermetric System. Un pitcher podría mantener un WHIP bajo, aunque cada hit que permita fuese un jonrón.
Por ello, en un segundo nivel de desarrollo, intenté diferenciar dentro del mismo WHIP, a los lanzadores según el tipo de batazos que permitían, uniéndolo con el concepto general del sluging. Así, los pitcher que permiten menos extrabases tendrían un promedio menor. Tomando que:


Siendo TB el Total de Bases recorridas. Hemos utilizado 1B para referirnos a los hits de 1 base, para diferenciarlo de H, y usar este para los hits en general.  Si WHIP significa Walk and Hits per Innings Pitched, llamaremos a esta variación PSIP: Pitcher Sluging per Innings Pitched

Este ajuste nos permite valorar en mucha mejor medida que el WHIP tradicional, la efectividad de un lanzador, al decirnos no solo cuántos hombres le entran en circulación, sino, más importante aún, cuántas bases promedio por inning recorren sus contrarios, en acciones ofensivas directas (las que se ejecutan únicamente desde el cajón de bateo). Un pitcher que permita muchos extrabases, tendrá un PSIP mucho más alto, lo que facilita grandemente la elección, y disminuye mucho más el error que cuando se combinan el ERA y WHIP tradicionales.
Sin embargo, Waibi Sabermetric System, en su tercer nivel (ya está en fase de análisis el cuarto nivel) desarrolló otra versión varias veces más compleja, debido a que el PSIP deja todavía algunas variables que agregan error a su estructura, pues un lanzador con igual PSIP que otro, puede permitir muchísimas más carreras.
Me explico: Dos lanzadores se enfrentan permitiendo 9 hits cada uno en un juego de 9 entradas. Todos los hits son dobles, pero la diferencia radica en que el jugador A permitió 1 hit en cada inning, mientras que el B, los recibió todos en la misma entrada. Así, el pitcher A no permitió carreras, mientras el B, pudo permitir hasta 8 carreras limpias. Como se observa, todavía hay un margen de error demasiado grande para comparar justamente a dos jugadores, que según la estadística tuvieron igual rendimiento. No obstante a esto, sigue siendo varias veces más confiable que la combinación ERA & WHIP, según hemos analizado hasta este punto.

ERA & WHIP ¿se complementan?


Complementarse significaría que al valorarse juntas, ayudan a definir qué lanzador es mejor que otro. Sin embargo, después de analizar las raíces de sus algoritmos, encontramos que el WHIP es mucho más ilustrativo: Un buen pitcher puede tener indistintamente un ERA alto o bajo, pero nunca tendrá un WHIP alto. En el análisis que hicimos del ERA, vimos numerosas situaciones en los que se registraban inconsistencias lo mismo a favor que en contra del pitcher, agregando muchos datos “falsos”, que impiden esa complementación. Por lo tanto, considero un error demostrable utilizarlas para seleccionar jugadores. Su uso, como decía, tiene valor histórico, como la mayoría de las estadísticas de RENDIMIENTO, que iremos analizando.
Veamos algunos datos de la  temporada 2014 de Major League Baseball:

Utilizando el ERA, obtenemos la siguiente tabla de liderazgo para los 20 primeros del campeonato, que estarían de seguro incluídos en una preselección para un hipotético torneo corto como una  Super Serie Mundial, que enfrentara a una selección de la MLB con otra de la Liga Japonesa:


No.


LANZADOR


TEAM


ERA


1


Clayton Kershaw


LAD


1.77


2


Felix Hernandez


SEA


2.14


3


Chris Sale


CHW


2.17


4


Johnny Cueto


CIN


2.25


5


Adam Wainwright


STL


2.38


6


Doug Fister


WSH


2.41


7


Corey Kluber


CLE


2.44


8


Jon Lester


BOS/OAK


2.46


9


Cole Hamels


PHI


2.46


10


Garrett Richards


LAA


2.61


11


Henderson Alvarez


MIA


2.65


12


Jordan Zimmermann


WSH


2.66


13


Zack Greinke


LAD


2.71


14


Lance Lynn


STL


2.74


15


Alex Wood


ATL


2.78


16


Tyson Ross


SD


2.81


17


Tanner Roark


WSH


2.85


18


Alex Cobb


TB


2.87


19


Julio Teheran


ATL


2.89


20


Dallas Keuchel


HOU


2.93

Al evaluar el WHIP, vemos que muchos de nuestros 20 primeros no solo cambian de posición en la tabla, sino que desaparecen de nuestra lista, en incluso alguno de los que menos hombres embasan por inning, ni siquiera están entre los 40 primeros en el ERA:


No.


Rk ERA


LANZADOR


TEAM


WHIP


1


1


Clayton Kershaw


LAD


0.86


2


2


Felix Hernandez


SEA


0.92


3


4


Johnny Cueto


CIN


0.96


4


3


Chris Sale


CHW


0.97


5


5


Adam Wainwright


STL


1.03


6


10


Garrett Richards


LAA


1.04


7


41


Hisashi Iwakuma


SEA


1.05


8


12


Jordan Zimmermann


WSH


1.07


9


22


Jeff Samardzija


OAK/CHC


1.07


10


6


Doug Fister


WSH


1.08


11


19


Julio Teheran


ATL


1.08


12


29


David Price


DET/TB


1.08


13


7


Corey Kluber


CLE


1.09


14


17


Tanner Roark


WSH


1.09


15


21


Madison Bumgarner


SF


1.09


16


8


Jon Lester


BOS/OAK


1.10


17


25


Stephen Strasburg


WSH


1.12


18


39


Jason Hammel


OAK/CHC


1.12


19


38


Josh Collmenter


ARI


1.13


20


42


Phil Hughes


MIN


1.13

Como habíamos explicado en el artículo, la fórmula del PSIP, aún con sus defectos, es más completa que estas dos anteriores, y muestra marcadas inconsistencias en el análisis tradicional:


No.


Rk ERA


Rk WHIP


LANZADOR


TEAM


PSIP


1


1


1


Clayton Kershaw


LAD


1,20


2


10


6


Garrett Richards


LAA


1,30


3


2


2


Felix Hernandez


SEA


1,31


4


5


5


Adam Wainwright


STL


1,38


5


3


4


Chris Sale


CHW


1,39


6


4


3


Johnny Cueto


CIN


1,45


7


12


8


Jordan Zimmermann


WSH


1,52


8


7


13


Corey Kluber


CLE


1,54


9


18


22


Alex Cobb


TB


1,55


10


17


14


Tanner Roark


WSH


1,55


11


41


7


Hisashi Iwakuma


SEA


1,56


12


8


16


Jon Lester


BOS/OAK


1,57


13


19


11


Julio Teheran


ATL


1,57


14


24


33


Sonny Gray


OAK


1,57


15


20


28


Dallas Keuchel


HOU


1,59


16


9


24


Cole Hamels


PHI


1,59


17


22


9


Jeff Samardzija


OAK/CHC


1,61


18


6


10


Doug Fister


WSH


1,61


19


21


15


Madison Bumgarner


SF


1,61


20


16


34


Tyson Ross


SD


1,61



He marcado a los jugadores atendiendo a la siguiente leyenda:




LEYENDA




  Coinciden los datos




  Pitcher SOBREVALORADO




  Pitcher SUBVALORADO




  Datos No Determinantes
 
 





Por estas razones, como explicaba, Waibi Sabermetric System, desarrolló otra variante más exacta, con un funcionamiento SISTÉMICO, que afecta particularmente, CADA UNA de las acciones REGISTRADA POR UN JUGADOR. 

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